El vello corporal marca un antes y un después en el desarrollo sexual. Manifestación notable de las características sexuales secundarias, su aparición es señal destacada del pase a la edad adulta.
El vello sale y empieza a crecer en distintas partes del cuerpo por primera vez, tanto en chicos como chicas, especialmente en las axilas y el pubis, aunque también en brazos, piernas y hasta la cara. En los hombres se empieza a vislumbrar un incipiente bigote, que poco a poco se irá haciendo más tupido...
La actitud que tenemos hacia el vello varía de persona a persona y de una época a otra. Hoy día, la depilación integral es una práctica bastante extendida entre mujeres, e incluso entre algunos hombres. Dicha práctica cuenta con un gran número de detractores también.
Ya sabemos que para gustos colores, y lo que puede resultar increíblemente atractivo para algunas personas, en otros puede provocar rechazo. El vello corporal en determinadas partes del cuerpo se asocia con la masculinidad.
Sin embargo, no es una cuestión que obedezca meramente a razones estéticas. Hay evidencias de que a lo largo de la historia muchas mujeres y hombres, especialmente de las clases altas, se han recortado o depilado el vello púbico: su eliminación a menudo ayuda a que la higiene sea más sencilla. Es más fácil mantener limpia la zona cuando los fluidos que desprende pueden secarse sin adherirse al vello púbico circundante.
No todas las mujeres son partidarias de la eliminación total del vello, prefiriendo recortarlo, delinearlo y definirlo estéticamente. Cuando el vello púbico femenino es largo y espeso puede crear una barrera entre la mujer y sus órganos genitales.
Una de las ventajas que se mencionan es que el vello actúa como una almohadilla en la fricción y los roces del coito. Por otro lado, una mujer que recorta o afeita su vello púbico advierte más sus órganos genitales. De hecho, esta práctica puede mejorar la familiaridad de una mujer con sus genitales, lo cual es muy positivo.
En los hombres, la eliminación de vello es cada vez más común. Para muestra de ello, sólo tenemos que mirar a los atletas en sus distintos ámbitos competitivos. Cada vez es más raro encontrar hombres de pelo en pecho −en piernas o brazos−. No obstante, el vello masculino sigue resultando de gran atractivo para muchas personas.
La idea del "metrosexual", casi totalmente depilado no es atractiva para todo mundo. Asimismo, el vello en la cara del hombre −en forma de bigote, barba o patillas estilizadas− puede resultar muy atractivo para algunas personas.
Independientemente del aspecto visual, sexualmente, hay personas que prefieren la presencia de vello. Mientras que otras gustan más de la suavidad de un cuerpo depilado. Incluso hay quienes disfrutan la sensación del vello que, tras ser depilado, empieza a crecer de nuevo.
10 de abril de 2007.-El mundo-M.Pérez, J.J. Borras, X. Zubieta
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